Pueden empezar a los 7 años y terminan con 15. ¿Qué ha pasado en esos años?. Fundamentalmente se ha crecido bastante aunque sea poco a poco, y el peso puede haber subido de 20 a 45 kilos o más.
Algunos patrones se preocupan cuando aumentan de peso. Pero he conocido a muchos patrones muy, pero que muy buenos, de mucho peso y estatura, que navegan fenomenal con cualquier intensidad de viento. Cuando son mayores emplean su mayor experiencia para ir rápidos aún con vientos flojos.
Es cuestión de asumir que para navegar bien en optimist hay que aprender también como situar y mover el peso que vayamos teniendo en cada temporada, así como continuamente aprendemos cosas nuevas en los movimientos de timón y de escota.
También a medida que crece el patrón deberá ir cambiando su técnica en estos movimientos. Cuando pequeños tendrán que mover muchas veces todo el cuerpo, incluso saltar, por ejemplo cuando ve que le va a clavar la proa y hacer el "submarino", mientras que para uno mayor será suficiente con inclinarse un poco a popa.
Un patrón pesado debe evitar frenar el barco y no ir punteando con mucha frecuencia, porque tarda más en coger velocidad si lo frena, mientras que uno ligero puede permitirse probar más a menudo si puede orzar un poco más. En cambio un patrón pesado aprovechará mejor la inercia que desplaza para empujar cuando sea preciso en cada virada, o forzar un poco la ceñida en los últimos metros si llega justo a baliza.
Tu monitor estará atento para irte diciéndo como debes ir cambiando alguna posición y posturas a medida que vas creciendo.Hay unos movimientos básicos del cuerpo navegando, en torno a los que se realizan otros (viradas, trasluchadas, etc ).
Te pongo aquí tres, cada uno según un eje de rotación, y te cuento cuando se emplea, aunque seguro que lo sabes ya.
Observa luego los dibujos animados y las fotos comentadas.
Una vez “sentado” en la banda. Ni muy a popa, ni muy a proa, para no clavar la popa ni la proa. Ni muy fuera, ni muy dentro, para llevar el optimist plano. Más o menos donde lo “pida” tu optimist y la "intensidad" del viento del día, para que el barco esté equilibrado, y no tengas que frenar por un uso continuo del timón para corregir la desviación que produce no llevar el barco plano.
A) Tienes el movimiento principal del cuerpo al cambiar de rumbo. Sobre el eje vertical de tu cuerpo, debes girar de forma que tengas siempre las rodillas apuntando a la vela, así estará la espalda al viento.
Esta postura ayuda mucho. Primero, a que estés más pendiente de la vela y de las lanitas pues las tienes delante, y después, que cuando tengas que sacar el cuerpo para contrarrestar las rachas, lo harás en dirección perpendicular a la vela consiguiendo más beneficios de ese tirón.
También por esa postura, cuando vas rumbo de popa podrás meterte dentro del barco o salir de forma más cómoda, y rápida cuando lo requiera la inclinación que debes dar al barco en ese rumbo de popa.
B) El segundo eje de giro pasa perpendicular a tu cuerpo y paralelo al agua.
Cuando hay oleaje para ayudar a pasar las olas y que no clave la proa contra ellas es bueno acompañar desplazando el cuerpo hacia popa. ¿Cuánto?. Dependerá de tu peso. Lo dicho, un patrón pequeño incluso debe mover la posición en la que está sentado, mientras uno mayor solo necesita dejar caer los hombros a popa.
Este mismo tipo de movimiento lo emplearás cuando hay viento flojo para “puntear” sin necesidad de mover el timón. Si el barco lo tienes bien equilibrado, un ligero cambio de peso a popa hace que orce ligeramente el barco. Volvemos a arribar devolviendo el peso adelante.
C) Y el movimiento en un tercer eje, el que más te gusta. Sacar el cuerpo para hacer banda cuando el viento sube. Si estás bien sentado, con la espalda al viento y las rodillas apuntando a la vela. Solo debes “estirarte” con piernas rectas, doblando lo menos posible por las rodillas.
No es bueno emplear la técnica de “tirón va tirón viene”, que parecerás un pájaro carpintero. Solo hay que estirarse tendiendo a poner el cuerpo en plancha doblando lo menos posible por las rodillas. Cuidando de no llevarse la escota si no precisamos cazar más, y mucho menos tirar de la caña que no lo necesitamos en ese preciso momento.
Una vez que nos hemos estirado mantendremos fuera del casco el cuerpo lo que pida la racha ... y tu cuerpo aguante. Pero no iremos “a tirones”. Si hace falta descansar, aflojamos un poco de vela y nos metemos dentro, pero para cuanto antes volver a salir. Aparte hay otras técnicas de ir cambiando la pierna que hace más esfuerzo al colgarse para ir descansando la otra.