Nos volvemos de Almería ciertamente insatisfechos, por la ilusión que
teníamos de tener una buena regata con viento. Pero como me decían algunos chicos, “se
han pasado rezando algunos que querían viento fuerte” para tener más opciones
de subir en el ranking.
El sábado salió el Comité a medir viento, y estaba en una
media de 27 nudos de poniente, por encima del tope de nuestro reglamento, con fuerte oleaje. Esperamos en tierra, pero la
intensidad subió.
Se decidió adelantar la hora de las pruebas
del domingo, y allí estaban todos los equipos puntuales dispuestos.
El viento había estado dando bastante fuerte durante la
noche y el oleaje se mantenía, pero amainaba al amanecer rolando algo a norte.
El Comité puntualmente subió delta a las 9 de la mañana, esperando todos, que aunque el parte daba
viento fuerte, este fuera subiendo de intensidad poco a poco y nos diera tiempo de
hacer alguna manga.
Pero cuando la flota estaba extendida a lo largo del
recorrido hacia el campo de regatas, con los primeros que salieron llegando a la
posición del Comité y aun saliendo los últimos en el pantalán del Club, “saltó”
el poniente. El Comité midió 30 nudos y dio por radio la orden de "todos a tierra".
Se llegó rápido de vuelta ya que el rumbo a tierra daba para ir a rumbo de
través, donde navegan muy bien los regatistas a pesar de las olas e intensidad del
viento. Bien acompañados por los monitores que se distribuyeron a lo largo de
la flota muy atentos a los que pudieran tener problemas. Algún “submarino” al trasluchar en la entrada del
puerto deportivo del Club, pero allí estaban todas las neumáticas para ayudar a
entrar a remolque mientras achicaban sin más problema que el chapuzón.
El buen ambiente entre todos los chicos, la amistad muy por encima de la rivalidad, hizo que pasáramos
esas horas de espera en tierra en juegos (normalmente los niños) y en charlas
(las niñas), y olvidáramos las dificultades del día anterior de un viaje especialmente
largo para algunos.
Que tenga noticias, al menos cuatro furgonetas se han averiado en el viaje, aparte de algún pinchazo en remolque. Los del Marítimo de Huelva e Isla Canela no pudieron siquiera llegar a Almería; Sevilla ha tenido que dejar su remolque allí por avería de potencia en la furgoneta; Pto. Santa María a pocos kilómetros de su Club dijo su furgoneta que necesitaba descanso y tuvieron que ser recogidos por grúa y taxis. Y otra furgoneta se le averió el alternador. Muchos clubes, muchos viajes, muchos kilómetros para este …
Nos queda la regata en Isla Canela el próximo mes. Esperemos
mejor viento. Mientras el buen ambiente y las ganas de navegar van aumentando.
Agradecer al Club de Mar de Almería sus atenciones, y a su personal
su disponibilidad y ayuda en los pantalanes de salida, grúa, portería, bar,
etc. para atender amablemente tanto tiempo en tierra como estuvimos con tantos
chicos alegres -pero inquietos y con energía incansable de por sí-.